viernes, 15 de junio de 2012
Cuando la única salvación eres tú misma.
Ya no sabes que hacer. A tu corta edad, y la vida ya te ha llenado de golpes. Sientes impotencia, no sabes muy bien que debes o no debes hacer en esta situación. Todo es extraño, diferente y nadie te ayuda a seguir. De repente te ves tú sola metida en esto, y tú sola tienes que salir. Nadie está ahí para echarte una mano, esa mano que tanto necesitas, esa mano. En ese momento, en el que percibes que la única salvación eres tú misma, ese jodido momento, y tendrás que luchar y seguir luchando. Ser fuerte, porque nadie va a ser fuerte por ti y, ¿sabes? dolerá, claro que dolerá, pero tienes que hacerlo. Eres tu única salvación.
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