domingo, 22 de febrero de 2015

Oye Peter Pan, ¿dónde estás? Que ya son 18, joder.

“Me pregunto si me oyes todavía, si queda algo de ti en mi lejanía. Yo que soy el fruto de tus fallos y virtudes, tus derrotas y victorias, tus aciertos y manías, la suma de tus noches y reproches de tus días, la resta de tus gestas, de tus idas y venidas por si me contestas a preguntas con preguntas te diré que hay respuestas que no serán respondidas. Que sepas que la ira caduca pero contamina, que no hay camino sin estela de los que caminan sin quitamiedos. Que te podrás llevar el palo de tu vida, o llegar a donde nadie llegó ni en sus sueños. Que no hay imposibles, solo improbables para que cobardes no se atrevan presos por el miedo. No dejes que nadie te diga que no hagas esto, aquello, que no sirves, di que vales porque vales más que ellos. No quieras compararte, nunca es demasiado tarde para que alguien rectifique. Que la gente ya no busca espejos donde mirarse, solo malos ejemplos que los justifiquen. Que la línea que más cuides sea la de tu sonrisa, y que sea más curva cuanto más la cuides, y que el que todo te mire vea que la vida se mide en los momentos que te sientes vivo, así que vive.
A mi yo de ayer, lo siento si no fui lo que quisiste ser. Te juro que lo hice lo mejor que supe hacer, intenté crecer feliz en este mundo cruel. Quise cambiar el planeta y llevarlo al papel aunque sea con mala letra para hacer el bien, esto sé que no es gran cosa pero has de saber que el día de mañana puedes ponerte en mi piel.
Trata de decir siempre lo que sientes y siempre lo que pienses realmente. No digas todo lo que piensas pero piensa todo lo que dices. Diferencia entre “gente normal” y la “corriente”, que los amigos y amores vienen y van, pero solo los verdaderos al final se quedan. Que jamás cambies lo que más ames en vida por lo que en el momento deseas, se pasa y la vida es pasajera. No prometas feliz, no respondas enfadado, ni decidas con el día gris. Perdona rápido, agradece lento, quiere de verdad contento y nunca dejes que no te vean reír. Duerme menos y sueña más, sueña despierto con ojos abiertos, los sueños se hacen realidad. Que las mejores cárceles no tienen vallas, y los peores ángeles no tienen alas pero saben volar. No des nada por supuesto, siempre se está a tiempo para esbozar un “perdón, lo siento”. Que perder es otra forma de ganar en este mundo superficial, lo que importa está cubierto. Que no hay dolor y error que no enriquezca, como la piedra con la que tropiezas si repites. Por eso pide que te quieran cuando menos lo merezcas, posiblemente seas cuando más lo necesites.
A mi yo de ayer, lo siento si no fui lo que quisiste ser. Te juro que lo hice lo mejor que supe hacer, intenté crecer feliz en este mundo cruel. Quise cambiar el planeta y llevarlo al papel aunque sea con mala letra para hacer el bien, esto sé que no es gran cosa pero has de saber que el día de mañana puedes ponerte en mi piel.
Que quien te quiere también daña,porque hay miradas que lo dicen todo y ojos que no dicen nada. Que se coge antes al cojo, ya que el mentiroso también es un hombre de palabra. Que la apariencia engaña, y a veces la mayor sonrisa esconde tras de sí una doble cara. Que todo lo bueno y malo se acaba, por eso disfruta como si no hubiera mañana.”

                                                                                                                       Rayden- A mi yo de ayer.

lunes, 16 de febrero de 2015

¿Qué es el amor, amor?

Un día me dijiste que era imposible que dos personas que no saben qué es el amor, se amaran. Añadiste que tú no lo sabías y me preguntaste a mí qué era el amor y yo, yo no supe responder.
El amor, ¿qué cojones es el amor? Busqué la solución más fácil: el diccionario, y allí estaba. “Amor: Sentimento de profundo afecto cara a alguén." Pero supuse que cuando tú me preguntaste qué era el amor, no te referías a la simple definición de un diccionario. Y después de darle mil vueltas en mi cabeza, entendí que el amor es destrozarse los dedos tocando la guitarra y aún así seguir ensayando día tras día. El amor es perder siempre la lotería y aún así seguir jugando todos los años. El amor es acabar agotado después de nadar y aún así volver a la piscina el día siguiente. El amor es romperse el labio tocando un instrumento de viento y aún así no dejarlo. El amor es desgarrarse las cuerdas vocales gritando tu canción favorita (o tu nombre) y aún así seguir cantando. El amor es pintarse siempre las manos y aún así acabar el cuadro. El amor es destrozarse los pies en ballet y aún así seguir bailando. El amor es no querer que un libro se acabe y aún así seguir leyendo. El amor es tener miedo a las alturas y aún así tirarse en paracaídas (a veces, incluso sin paracaídas). El amor es odiar el sol y aún así querer ponerse moreno. El amor es salir a pasear sin paraguas cuando está cayendo la tormenta universal, sabiendo de sobra que te vas a empapar. El amor es saber cómo acaba una película y aún así verla de nuevo. El amor es tantas cosas. El amor es todo eso que nosotros nunca supimos darnos, amor. El amor es todo eso que nunca supimos explicar, amor. El amor, amor... supongo que tú también eres o, en su defecto, fuiste amor, amor.