martes, 7 de julio de 2015

Homo homini lupus.

Locos. Estamos locos. Estamos todos locos.

-Tú eres demasiado gorda; tú eres demasiado flaco; tú, bueno, tú eres demasiado normal; tienes adelgazar unos kilos; tienes que comer más; ¿no te da vergüenza ponerte en bañador con ese cuerpo?...

¿Qué cojones nos está pasando?

-Tú tienes el pelo demasiado largo; tú tienes el pelo demasiado corto; tú no deberías rapártelo; ¿no te da vergüenza salir así de casa?; tú no deberías teñirte; tú no deberías hacerte ese peinado; a dónde vas con esa cresta; tú lo tienes demasiado normal...

¿No os dáis cuenta? La sociedad da asco. Damos asco.

-Tú te vistes muy extravagante; tú solo te vistes de negro; tú solo te vistes de blanco; vaya pintas llevas;  tú te vistes demasiado normal; tú te vistes de marca; tú te vistes de mercadillo; tú te vistes así para llamar la atención; tú pareces una monja; tú pareces una puta; tú pareces un niño pijo de mamá; tú pareces un cani poligonero; ¿y tú a dónde vas, hipster?; tú no vas a la moda; no te deberías vestir así...

Estamos hechos unos superficiales asqueros, unos jodidos superficiales de mierda.

-Escuchas esos grupos por moda; ¿no te gusta la música que suena en la radio? No tienes ni idea; ¿Escuchas metal? Eres un satánico; ¿Escuchas rock? Eres un bruto; ¿Escuchas pop? No tienes personalidad; tu vestimenta no encaja con el estilo de música que sigues, ya se ve que es solo postureo; escuchas más de un género musical por moda...

¿En serio es necesario todo esto?

No sé, quizá deberíamos pensar más en nosotros y menos en el resto. Querernos. ¡Qué cojones! Amarnos, amarnos por lo que somos. No dejar que los demás nos digan qué nos debe o no gustar porque "qué triste sería ser como quieren que seas", ¿no?
Que a estas alturas de la película se ve cada vez más que la humanidad está perdida. Que estamos en la época de la deshumanización. Dejamos de ser humanos para empezar a ser productos, a etiquetarnos unos a otros, entrando en un juego en el que el pez grande se come al chico.
Yo sinceramente pienso que "deberíais estar todos ciegos para empezar a veros por dentro".