viernes, 28 de febrero de 2014

Diecisiete veintiochos de febrero.

Y ya van allá diecisiete, diecisiete veintiochos de febrero... Es curioso, cada vez los años se me pasan más rápido, se me agolpan las ideas y se me amontonan las ilusiones, me pierdo en las emociones y me encuentro en la música. Intento valorar cada día y aprovecharlo (porque, si lo piensas bien, ese día, no se volverá a repetir nunca) pero cada noche me invade el pensamiento de que cada vez hago menos, no sé ya ni qué cojones pensar de mí, de ti, de los dos, de ellos, de aquellos días, de lo que me queda, de lo que te queda, de lo que nos queda, de lo que hemos pasado, de lo que he pasado, de lo que nos ha pasado... ¿Sabéis cuando los pequeños están en la época del porqué? Pues igual, sólo que sabiendo un poquito más de la vida que me rodea y teniendo las ideas un poco más aclaradas en mi cabeza (o no). Pero bueno, sea como sea, ya va allá un año más (y un año menos), así que este veintiocho de febrero soplaré las velas de nuevo, pidiendo de deseo que no me faltes nunca, que los diecisiete se porten bien conmigo (o con lo que queda de mí) y que siga con un boli para poder escribir y sacar fuera toda esta mierda que me consume por dentro, no sin antes lanzar un grito al viento de 'quiero volver a ser pequeño'.

domingo, 16 de febrero de 2014

Un paseo para recordar.

"+Pero con una condición. -¿Cuál es? +Debes prometerme que no te enamorarás de mí."
"Me salvó la vida, me lo enseñó todo. Lo que sé de la vida, la esperanza y el largo camino a recorrer. Siempre la echaré de menos."
"Pasamos un verano inolvidable, con mucho más amor del que algunos verán en toda su vida."
"-Lamento que ella no tuviera su milagro. +Lo tuvo, fuiste tú."
"Como si todo esto no acabara aquí, como si él te hubiese mandado a mí para ayudarme, eres mi ángel."
"-Te quiero. +... -Ahora sería un buen momento para decir algo. +Te dije que no te enamoraras de mí."
"-¿Puedo besarte? +Tal vez no sepa hacerlo. -Eso es imposible."
"+No quería que me trataran de manera diferente. -¿Ni siquiera yo? +Especialmente tú."
"Tiene fe en mí, ¿sabes? consigue que quiera ser diferente, mejor."

viernes, 14 de febrero de 2014

Maldito 14 de febrero.

Partamos de "Que cuando se quiere a alguien se tiene que demostrar día a día y no sólo el 14 de febrero", y sí, es cierto; y tampoco se equivocan cuando dicen que el San Valentín es sólo otro invento comercial, sí, tanto una expresión como la otra tienen razón pero, ¿a quién no le gusta recibir una flor, un bombón o una carta en el maldito 14 de febrero, eh, a quién? O sin ir más lejos, en el maldito 14 de febrero ¿quién no quiere un abrazo, un beso o un 'te quiero'?
Será que el maldito 14 de febrero está incrustado en nuestras cabezas, o que yo soy una de esas románticas de la vieja escuela, pero me percato de que en este bucle infinito, volvemos al principio, y no sólo queremos éso el maldito 14 de febrero, pero hay que reconocer aunque no queramos, que el maldito 14 de febrero es un día especial.

jueves, 13 de febrero de 2014

(Auto)Destrucción.

Que me arañas las entrañas cada vez que no estás pero te siento.
Que me jodes los recuerdos cuando sólo vuelves con ellos.
Que me matas la mirada cuando nos cruzamos y ya no me dices nada.
Que me destrozas los adentros cuando te busco y no te encuentro.
Que me sacas de tu sueño cuando vuelas y no es en mi cielo.
Que me tiras los deseos cuando tú ya no estás en ellos.
Que me calas los huesos cuando te recuerdo sonriendo.
Que me nublas el pensamiento cuando sólo en  fotos te veo.
Que me quitas las palabras cuando lloras y también cuando callas.
Que me rompes los labios cuando sólo por el frío son abrazados.
Que me destruyes con cuidado para no hacerme daño, qué ironía, eh.

lunes, 10 de febrero de 2014

Finales Disney.

Porque creces, y sí, joder, te vas dando cuenta de que las cosas no son como en las películas Disney. Ves, poco a poco que todas esas historias eran pura ficción, te das cuenta de que son cuentos de hadas y que se quedan en eso, en meros cuentos. Que nadie va a enamorarse de una Bestia por muy bonito que sea en su interior, que no hay un País de las Maravillas, que hasta el pequeño Peter tuvo que crecer, que las sirenas no existen y mucho menos se convierten en humanos, que no va a aparecer una hada madrina que te dé la vida o que te ponga zapatos de cristal, que en medio del bosque ni vas a encontrar una casa de chocolate, ni una con siete enanitos, que las lágrimas no van a cambiar las cosas, ni hacer que alguien regrese, ni que vuelva a vivir, que nadie va a caer dormido durante años, que no hay altas torres con princesas encerradas, que ni las brujas son tan malas ni las princesas tan buenas, que no hay monstruos que entren a tu habitación, que no hay sapos que se vuelvan príncipes, ni princesas que se vuelvan ranas, que las casas no pueden volar por muchos globos que tengan, que no existen los superpoderes, que los peces no planean cómo escapar de sus acuarios, que no hay genios de la lámpara ni alfombras encantadas, que los muñecos no cobran vida, que no podrás adoptar a un ser muy mono de otro planeta, que ver un león y un suricato juntos es muy raro, que un cervatillo acabado de nacer y solo no puede acabar muy bien, que los elefantes no pueden volar, que nada acaba con un "fueron felices y comieron perdices", y que al final, no va a haber ningún príncipe que con un beso te libre de tu maleficio. No sé, crecer en un mundo de fantasía sería lo mejor, pero esta es la puta realidad y hay que aguantarla como se pueda, al fin y al cabo, no soy más que una guerrera que se las apaña a duras penas para luchar contra su frío  corazón. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

domingo, 9 de febrero de 2014

Quizás me cansé.



No sé si es que ya no quedan ganas de seguir, de volar, de querer o simplemente, de soñar. A lo mejor me cansé de querer seguir y no encontrar nada ni nadie por lo que hacerlo, o quizás me cansé de que me  arrancaran las alas de raíz cuando volaba a kilómetros del suelo, aunque también puede ser que me cansara de querer(te) y no ser querida, o tal vez me cansé de soñar y no poder hacer esos sueños realidad, de despertar siempre que estaba a milímetros de conseguir lo que quería, no sé, puede ser.