Cuando mi canción favorita me recuerda a ti, me recuerda a que te has
ido, a que ya no estás, a que tus abrazos son lejanos y tus besos
imposibles. Entonce, mi amiga depresión viene, y me hace llorar.
Las noches son complicadas porque no me gusta dormirme con lágrimas en los ojos, es más, lo odio. Pero al fin y al cabo, es lo que me queda, ¿no?
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