Era raro, caminaba despacio sin saber que camino escoger. Tenía miedo y mis pasos eran temblorosos porque estaba sola. Procuraba no caerme y me agarraba a todo lo que podía.
Llegaste tú.
Era raro, caminaba despacio y tú me ayudabas a escoger un camino. No tenía miedo y mis pasos eran firmes porque estabas conmigo. Procuraba no perderte y te agarraba con fuerza.
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