lunes, 29 de diciembre de 2014

Corazón bajo cero.

Ahí afuera ya es invierno,
a un grado
bajo cero.
El tiempo se hace
eterno.
Perdida en tu regazo,
¡joder, lo siento!
Aún no sé
cómo no echarte de menos.
Cayendo en picado,
perdiendo el tiempo,
contando las horas,
pa’ verte de nuevo.
Siempre corriendo,
siempre al filo,
tejiendo los hilos
para volver a mi camino
y reencontrarme contigo.
Nunca me despedido,
por si acaso te olvido,
aunque estas calles sin luces
te llamen a gritos
pidiendo clemencia,
rozando la inocencia
o callando con paciencia
la cordura que perdimos
en aquel invierno frío.

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